El Gobierno nacional decidió postergar la privatización de Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE) para concentrarse en un plan de inversión de $52.798 millones destinado a revitalizar el sistema ferroviario en 2025. La medida, que descarta la venta de activos o la concesión de tramos a privados por el momento, responde a la falta de rentabilidad de la empresa para el sector privado, según fuentes oficiales, quienes afirmaron que SOFSE “no es rentable para el sector privado” debido a su dependencia de subsidios estatales.
El ambicioso plan de obras, enmarcado en la Emergencia Pública Ferroviaria declarada por 24 meses en 2024, incluye 226 intervenciones, de las cuales 45 ya están en marcha. Del total, $42.617 millones se asignarán a construcciones —con $40.615 millones para proyectos en curso y $2.002 millones para nuevas obras— y $10.182 millones a la adquisición de equipos, como tres locomotoras, cincuenta triplas diésel, y sistemas de señalamiento. Las finanzas de SOFSE revelan un déficit estructural que complica cualquier plan de privatización a corto plazo. Según documentos oficiales, para 2025 se proyectan ingresos por $83.801 millones frente a gastos operativos de $1.062 billones, generando un rojo de $978.773 millones. El 74,3% de los costos corresponde a salarios de una planta de 23.271 empleados, que incluye 46 directivos, 2.738 técnicos y profesionales, 3.296 administrativos y 17.160 obreros y personal de maestranza. “La tarifa actual cubre apenas el 7,8% del costo real del servicio y el 92% de los ingresos corrientes proviene de transferencias del Estado”, indicaron desde el Ministerio de Economía, subrayando que un ajuste de personal o un aumento de tarifas, medidas necesarias para la rentabilidad, no están contempladas en el horizonte inmediato.
El único proceso de privatización que seguirá adelante es el de Belgrano Cargas, bajo la supervisión de Diego Chaher, titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas. Mientras tanto, el Gobierno busca optimizar el sistema ferroviario reasignando fondos del fideicomiso de transporte, cancelando contratos sin ejecución y reduciendo el déficit operativo. Desde agosto de 2024, ya se destinaron $260.000 millones extraordinarios para iniciar estas obras, que incluyen 109 intervenciones en vías y puentes, 56 en señalamiento, 28 eléctricas y 33 civiles.
Con esta estrategia, el Ejecutivo apunta a fortalecer el servicio ferroviario antes de reconsiderar cualquier esquema de concesión o venta. La decisión refleja un cambio de prioridades, enfocándose en la mejora de la infraestructura y la sostenibilidad operativa, mientras se enfrenta al desafío de equilibrar las cuentas de una empresa altamente dependiente de los subsidios estatales.